Las rosquillas alegran cualquier colacao y si las tomas con chocolate es fácil que por tu cabeza pase esta idea: «la gula es mi pecado favorito».
Vamos con los ingredientes:
- 2 cucharadas de postre de «No egg» mezclado con 4 cucharadas soperas de agua. (Explico más sobre este producto en la entrada de la Tortilla).
- 4 cucharadas soperas de aceite.
- 4 cucharadas soperas de leche de soja.
- 6 cucharadas soperas de azúcar.
- 1 sobre de levadura.
- 1 cucharada de anís.
- Harina (la cantidad «que pida» aproximadamente 1/2 kilo).
Mezclamos todos los ingredientes excepto la harina en un bol grande, resulta una mezcla bastante líquida a la que poco a poco vamos añadiendo harina y removiendo con una cuchara. Llegará el punto en el que la masa se hará espera y habrá que dejar la cuchara para amasar directamente con las manos. La pasta estará lista cuando deje de pegarse a las manos y al bol, veréis que la podéis moldear fácilmente, tendrá una textura similar a la plastilina, algo más suave. Si veis que os pasáis o que os quedáis cortos, siempre podéis añadir un poco más de harina o de leche, según el caso.
Cuando la tengáis echáis un poco de harina en la mesa, encimera… y amasáis un poco más. Luego vais haciendo bolitas y las abrís por medio con los dedos y de vais dando forma. Podéis pincharlas un poco con un cuchillo para que abran al freír.
Cuando las tengáis listas las ponéis a freír en una sartén, si puede ser honda mejor o una freidora con abundante aceite caliente, pero a un fuego no muy alto, para que no queden sin hacer por dentro.
Las sacáis a un plato con papel de cocina para que absorva el exceso de aceite y si queréis podéis espolvorear azúcar por encima. Si os aguantáis las dejáis enfriar y listo!
Os dejo más fotos.
Que aproveche!
Begin Vegan Begun en Facebook.
Desde luego me están apeteciendo muchísimo!
🙂 Yo las acabo de cenar… no es una cena ligera exactamente, pero una vez al año…!