Hoy os traigo el relato de mi segundo parto. La verdad es que fue súper rápido y para mi, como el primero, súper bonito. Más tranquilo, con menos nervios, con más confianza…
Cada parto es diferente y nunca sabes qué puede pasar, pero la experiencia creo que es un grado, tanto a nivel físico (en mi caso un proceso de dilatación mucho más corto) como a nivel mental (manteniendo la calma mucho mejor).
En fin, os cuento desde el principio.
El día 4 de abril, el día que me habían marcado como fecha probable de parto, entorno a las 5-6 am noté que había mojado un poco la ropa interior y pensé que podía ser una fisura en la bolsa porque era poca cantidad de líquido pero tampoco estaba segura de si podía ser flujo. Decidí volver a la cama y ponerme una toalla y observar si volvía a mojar. Dormí un poco y a las 8 nos despertamos y decidí que acudiría a urgencias para confirmar. Dejamos a Olivia con mi hermana y camino del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) con las maletas y demás por si me quedaba.
Tuve alguna contracción de camino y mientras me preparaba pero muy espaciadlas y no muy fuertes.
Cuando llegamos a urgencias, pasé yo sola a monitores, me dieron otra mascarilla (yo llevaba de casa una FPP2 y me pusieron también la quirúrgica). Estuve un rato y todo estaba bien. Luego me hicieron la prueba comprobar si estaba perdiendo líquido amniótico y dio negativo. También un tacto y no estaba a penas dilatada. Entre una cosa y otra serían como las 12:30.
Después pasé con la ginecóloga que me hizo una eco y se dispuso a darme el alta al ver que estaba todo en orden. Redactó el informe y cuando me levanté para cogerlo, guardarlo en mi carpeta e irme… rompí aguas. Así que tuvieron que anular el informe y preparar mi ingreso.
Volví a monitores, me pusieron la vía por si a caso, me hicieron la PCR y pidieron una también para mi marido (que se la hizo en el autocovid que hay en parking del HUCA) y cuando me asignaron habitación, me subieron. Eran las 13h más o menos. Al poco rato pudo subir también mi acompañante. Ya empezaba a tener contracciones fuertes, me duché para relajarme un poco, me puse el camisón y demás y sobre las 2:45-3 avisé de que las contracciones ya estaban siendo muy fuertes y muy seguidas. Así que me bajaron a paritorio (q mi sola).
Me hicieron una exploración y la dilatación era de 2-3cm creo recordar. Me volvieron a poner monitores y me quede un rato sola en el paritorio mientras las contracciones eran cada vez más intensas. La matrona volvió, me exploró y en tramo de tiempo muy corto ya estaba de 5cm. Como ya estaba en la fase activa de parto, avisaron para que pudiese bajar al paritorio el papá.
Yo en ese momento pedí la epidural. No sabía si la pediría, en el primer parto la pedí porque estaba exhausta después de muchas horas de contracciones y con cierto miedo a qué pasaría después de leer mucho sobre la epidural. En este caso no habían pasado tantas horas ni estaba tan cansada, pero me dejé guiar por lo que sentía, que eran contracciones muy dolorosas… y la pedí.
Para mi el momento más tenso del parto es el momento de la epidural. No porque duela mucho, si no por estar quieta aguantando las contracciones. Es un momento, pero se hace largo, la verdad. Yo intenté focalizarme lo más posible en la respiración para intentar rebajar el dolor y controlar la situación mientras la enfermera me daba la mano y ánimos.
Por cierto, en el momento de la epidural me dejaron quitar la FPP2 y ya me quedé el resto del parto con la quirúrgica.
También fue el momento en el que tras salir los anestesistas de la habitación, dejaron pasar a mi marido.
Después de colocarte el catéter con la epidural te piden que mantengas posición tumbada boca arriba para que se distribuya bien, pero en mi caso empezó a bajarme la tensión así que tuve que colocarme de lado hasta que se estabilizó.
Las contracciones eran menos dolorosas pero las seguía sintiendo y notaba también cada vez más ganas de empujar. Así que avise a las matronas, me revisaron y en efecto ya estaba totalmente dilatada y preparada para el expulsivo.
Me coloqué boca arriba pero con la cama bastante reclinada, casi sentada, con las rodillas flexionadas y los tobillos pegados al cuerpo (hacía muy poco que me habían puesto la epidural y en ningún momento se me durmieron las piernas).
Las matronas (la residente y la titular) se colocaron para ayudarme y empezamos. En un primer pujo noté que la cabeza de Telma bajaba pero al pasar la contracción volvió a subir. En la siguiente contracción volví a empujar con todas mis fuerzas y al siguiente con más fuerzas aún y noté una sensación de quemazón a la vez que asomó la cabecita. La matrona residente avisó de que había vuelta de cordón, pero no era preocupante. En el siguiente pujo terminó de salir, Y ya estaba conmigo. No me lo podía creer, eran las 16:46 (Ni 4 horas habían pasado de mi ingreso).
Luego volví a empujar ya más relajada para alumbrar la placenta. Me revisaron y no había habido desgarro así que no hizo falta ningún punto.
Telma se enganchó rápidamente al pecho y mientras, nos enseñaron la placenta, nos explicaron cómo había estado colocada dentro de mi, cómo poco a poco el útero iría volviendo a su lugar… el papá cortó el cordón y después nos dejaron en nuestras horas de piel con piel.
Luego hicieron la revisión a Telma y todo perfecto, casi calcó las medidas de su hermana mayor al nacer, 2,980kg y 47cm. También me revisaron la tensión a mi, la fiebre… y todo en orden.
Y subí a la habitación con la sensación de alegria más increíble, todo había ido tan bien, tan rápido… todo el personal había sido tan impecable, tan cariñoso… y de la mascarilla ni me acordé.
Seguro que muchas estáis preocupadas por un parto en pandemia, con Covid, con mascarilla… yo tenía mucho miedo de agobiarme a que me fáltase el aire pero de verdad… se me olvidó que llevaba la mascarilla y en los ratos que estuve sola en el paritorio la tuve bajada. Lo mismo que en la habitación cuando ya subimos a planta con Telma. Al menos en el HUCA el acompañante (en este caso el padre) ingresa con la madre, tiene la comida también y sale solo dos veces de la habitación: para el parto y para hacer el papeleo del bebé (que se hace en el propio hospital). La familia no puede hacer visitas, pero si nos pudieron dejar una mochila con cosas que necesitábamos en recepción (al menos está era la situación a día 4 de abril de 2021).
En cuanto al postparto inmediato, yo me recupere físicamente súper bien, sin puntos, con entuertos bastante fuertes, pero con a penas sangrado. Y la barriga me bajó muy rápido.
Y la verdad es que poco más tengo que contar de este parto tan fácil. Solo volver a dar las gracias al personal de HUCA y animaros a ir sin miedo a vuestro parto, preparadas para todo, pero sin miedo. Escuchaos a vosotras mismas, a vuestro cuerpo.
Contadme qué tal vuestras experiencias ¿el segundo también fue más fácil que el primero?